GÉNERO Y AGUA
El término «Género» se refiere a los diferentes roles,  derechos y responsabilidades de los hombres y las mujeres y a las relaciones  entre ellos. El género hace únicamente referencia al hecho de ser hombre o  mujer sino a la manera en que sus cualidades, conductas e identidades son  determinadas a través del proceso de socialización.

El género se asocia generalmente con la desigualdad de  poder, de oportunidades y de acceso a recursos. Las distintas posiciones de  hombres y mujeres están determinadas por las realidades históricas, religiosas,  económicas y culturales. Estas relaciones y responsabilidades pueden cambiar, y  de hecho cambian, a través del tiempo.
Cada vez se acepta más que la mujer tiene un importante  papel que desempeñar en materia de gestión del agua y que este papel se vería  reforzado a través de la estrategia de transversalización del enfoque de  género.
La importancia de implicar tanto al hombre como a la mujer  en la gestión del agua y el saneamiento ha sido reconocida a todos los niveles,  empezando por la Conferencia de las Naciones Unidas de Mar del Plata en 1977,  el Decenio Internacional del Agua Potable y del Saneamiento (1981-1990) y la  Conferencia Internacional de Agua y Medio Ambiente de Dublín en enero de 1992,  donde se reconoce explícitamente la labor fundamental de la mujer en la  provisión, gestión y protección del agua. Se vuelve a hacer referencia a este  punto en la Agenda 21 (capítulo 18) y en el Plan de Implementación de  Johannesburgo. Más aún, con la declaración del Decenio Internacional para la  Acción «El Agua, Fuente de Vida» 2005-2015, hace un llamamiento a la  participación e implicación de la mujer en las iniciativas de desarrollo en  materia de agua.
Las diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres  determinan cómo los individuos responden a los cambios en la gestión de los  recursos hídricos. Comprender los roles de los géneros, las relaciones y las desigualdades  permitirán explicar las opciones disponibles y las elecciones de los  individuos. Implicar a ambos, mujeres y hombres, en las iniciativas de gestión  integrada de los recursos hídricos puede aumentar la efectividad y eficiencia  de los proyectos.
Sin una especial atención a los temas y las iniciativas de  género, los proyectos podrían reforzar las desigualdades entre hombres y  mujeres e incluso aumentar las disparidades de género.
Fuentes:
- Guía de Recursos: Transversalización del enfoque de género  en la Gestión del Agua. PNUD, 2006.
- Género, Agua y Saneamiento. Informe de Políticas, Grupo de  Trabajo de ONU Agua sobre Género y Agua, 2006.
¿Sabías que...?
La recogida de agua forma parte de las desigualdades de  género:
- En las zonas rurales de Benín, las niñas de entre 6 y 14  años emplean una media de una hora al día recogiendo agua para asegurar el  abastecimiento a sus familias, frente a los 25 minutos que emplean sus  hermanos.
- En Malawi, hay grandes variaciones en el tiempo invertido en  la recogida de agua en función de factores estacionales, aunque la mujer  invariablemente emplea 4 ó 5 veces más tiempo que le hombre en estas tareas.
Fuente: Informe sobre Desarrollo Humano 2006. Más allá de la  escasez: Poder, pobreza y crisis mundial del agua. PNUD, 2006.